La historia del café es tan extensa como su cultivo al rededor del mundo; además está llena de relatos religiosos, espirituales y curativos, donde incluso se ha mencionado al fruto de Bunn (planta de café) como una “bebida medicinal desde tiempos muy antigüos”.(Biografía del café, Cuadernos de Aragon, Edición 2010, pag 11).
Sin embargo el café ha tenido de una mala reputación desde mediados del siglo XX, que le ha costado mucho quitarse de encima, debido a las deficientes condiciones de calidad muchas veces vendidas al mercado internacional y que conllevan a que muchas personas eviten su consumo hoy día.
Para construir una nueva opinión al rededor los consumidores, se ha tenido que trabajar muy fuerte en el mejoramiento de la calidad del producto en si y se ha llevado a niveles tan interesantes como el poder saber desde la comodidad de tu casa que el café que vas a tomar fue cuidadosamente cultivado, estrictamente procesado y que todo este trabajo fue ejecutado por cafeticultores de X o Y país, para que hoy puedas disfrutar una deliciosa taza de café con la tranquilidad de que es una bebida que ayudará a tu salud. Aunque, para apoyar toda esta nueva construcción de valor al rededor del café, también es necesaria una opinión con autoridad, como la que pueden darnos las investigaciones de tipo científicas con enfoque a constatar el beneficio del consumo del café para el mantenimiento y mejoramiento de la calidad de vida y las condiciones de salud.
Lo cierto es que un hecho habla más que mil palabras, como diriamos coloquialmente, por eso es importante traer a la mesa esas sustentaciones verídicas que apoyan el fortalecimiento de la cultura de consumo de café en el mundo.
Estudios de años recientes, publicados en Junio del 2020 a través de revistas de nutrición y blogs de grupos investigativos de medicina preventiva, recopilaron diferentes pruebas investigativas y estudios realizados en distintas poblaciones para ser analizados y corroborados con las publicaciones de importantes bases de datos de medicina a nivel mundial; donde se lograron resultados provatorios en tres temas de salud: la mortalidad general o por enfermedad cardiovascular, la posibilidad o riesgo de contrar enfermedades cardiovasculares y las enfermedades cerebrovasculares y su riesgo de manifestación. (Revista Chilena de Nutrición. Grupo Investigativo de Medicina Preventiva Universidad Pontificia Javeriana)
Los resultados con respecto a la mortalidad general, se explican como una aportación a la disminución de probabilidad de muerte por cualquier causa, con un consumo habitual entre 3 y 4 tazas de café por día, cuyo porcentaje representa un 16% de aportación para hombres y mujeres. Luego tenemos la mortalidad con relación a enfermedades cardiovasculares, aquí se comprende que en una persona con una enfermedad de este tipo, su aportación a mejorar su condición es mayor pues incrementa el porcentaje de 16% a un 19 o 20%, disminuyendo su riesgo de muerte al mantener este consumo habitual de 3 y 4 tazas.
Con respecto al riesgo de contraer una enfermedad cardiovascular de tipo coronario, se presenta que el porcentaje de prevención está entre el 10 y 15% con un consumo habituado a 4 tazas de café a diario; mientras que el riesgo cardiovascular asociado con infarto agudo del miocardio presenta diferentes relaciones para hombres y mujeres, siendo neutro con tendencia a beneficio el consumo de café por parte de las mujeres y negativo para los hombres que exceden el consumo habitual por arriba de 4 tazas de café. (RCCAR-D-19-00169R1).
La investigación termina con las estadísticas de relación entre el consumo de café y el riesgo de contraer enfermedades cerebrovasculares, con porcentajes de disminución entre el 11 y 17% en general y un porcentaje que aumenta en mujeres entre 13 y 19%. (RCCAR-D-19-00170 Revisión por pares).
Con los datos anteriores podemos establecer unas conclusiones sencillas que nos ayudarán a entender mejor los beneficios del café en la salud; lo primero que podemos percibir es que se menciona constantemente el rango de tazas de café recomendables por día, máximo 4 tazas, y además podemos concluir que en general los porcentajes de aportación son equiparables entre hombres y mujeres, presentando algunos aumentos de aportación en el género femenino, que básicamente indican que aún excediendo la cantidad de tazas diarias, seguirán recibiendo aporte significativo en salud y por último podemos concluir que el consumo habituado de café en hombres debe permanecer dentro del rango de 3 a 4 tazas, puesto que se comienza a perder el efecto una vez pasada la barrera e incluso puede volcarse al lado negativo cuando la cantidad de tazas de consumo diario están por encima de las 6 tazas.
Cabe resaltar el buen balance que logra tener el consumo habituado de café en la actual cultura, donde se promueve el disfrute del café en muchas presentaciones, dentro y fuera de casa y donde además se pone de bandera la premisa de que el café es bueno para la salud de hombres y mujeres, en todas sus formas de preparación.
¿Ya tomaste tu café?
